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http://elblogderaskolnikov.blogspot.com/2012/01/el-cuento-chino-de-la-primavera-arabe-y.html
Está a punto de estallar la tercera guerra mundial, esperemos que esta vez la última.
Los EEUU solo conocen un medio para seguir siendo los más poderosos: evitando que otros crezcan, y eso significa el fin de su imperio y el completo descalabro de la sociedad occidental.
Nadie puede imaginar el actual poder de China, tampoco la pobre resistencia de los países occidentales a una guerra larga y de desgaste, porque la tercera no será tan rápida como creen algunos. Rusia ya ha jugado sus cartas y lo anuncia claramente, y China está preparándose para ello: Irán es intocable, cualquier veleidad contra él significaría la guerra y abreviarla el fin de la humanidad.
Lo único bueno que saldrá de todo eso, es que el estado de los judíos por fin desaparecerá, ese estado artificial y criminal, que se rige y vive en base a un dios mitológico, sanguinario y prehistórico.
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Yo también he pensado a veces tu misma apreciación, Pau, pero me encantaría pensar que no, que todavía queda una vía diplomática, que aún el poder de la palabra, el consenso y el sentido común rige la mente de los gobernantes, pero visto lo visto... Tanto la guerra como la paz son estados mundiales digamos que no naturales y ambos conllevan un gran trabajo por parte de todos. Yo apostaría más por trabajar en pro de la paz. Me gusta más, aún reconociendo las bendiciones que pueda conllevar cualquier tipo de guerra... Cuestión de sopeso. No sé, tal vez debería callar ya que no considero estar a la altura intelectual para hablar de esto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Cal.
Están deseando liarla con Irán. En cualquier momento, la cosa se le irá de las manos a alguien en Israel o en USA. Veremos.
ResponderEliminarCalamidad, te aseguro que tienes tanto criterio como cualquiera de los que gobiernan, igual que el mismo derecho es opinar.
ResponderEliminarPcbcarp, parece ser que Israel ha asesinado con una bomba lapa un científico iraní. ¿Te imaginas lo que pasaría si fuera al revés?
Pau, la profesión de científico nuclear iraní es de alto riesgo. Obviamente, no pasa nada porque, como es sabido, los iraníes son malos. Si fuera al revés, evidentemente, sería casus belli. Ya lo intentaron hace poco con la patochada esa que ni ellos se creyeron del intento de asesinato del embajador saudí. Pero Oriente medio y aledaños echan chispas, desde Yemen hasta Uzbekistán desde Turquía al Magreb y el Sahel. Veremos en qué acaba todo esto.
ResponderEliminarNo creo que esté a punto de estallar la tercera guerra mundial, y no la espero, en el doble sentido que tiene 'esperar': hope and expect. Es difícil prever y prevenir guerras, pero es posible no hacerlas. Cuando yo digo que China o los EEUU tienen poco interés en empezar una guerra, tú puedes dar argumentos contrarios y yo podría hacerlo también. Estoy en un constante diálogo interno en que practico eso: argumentos pro y argumentos contra. Claro, podríamos dialogar sobre la posibilidad de la avecindad de la tercera guerra mundial y capaz que aprendamos algo los dos y, mientras tanto, aprendamos también algo sobre el mundo en que vivimos y como lo apreciamos. Pueda ser que valga la pena. Podríamos incluso incluir nuestras ideas sobre "la crisis" y como resolverla. Para arrancar altiro diría que, desde mi punto de vista (ay, que suena pomposa), la tercera guerra mundial es improbable por la globalización económica y cultural (que es, al mismo tiempo, una de las razones de la crisis actual).
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Antes de la segunda gran guerra también existía algo parecido a la globalización económica y bastante de la cultural.
ResponderEliminarEn realidad y a mi modo de ver, la guerra ya ha empezado y no por la muerte de los físicos iraníes sino porque, como bien dices, ya no se puede combatir contra la China, a menos que queramos hacerlo sin armas. Actualmente, parte de los misiles americanos está fabricado en la China, aparte de todas las cremalleras del mundo.
La China ya fabrica casi todo, de manera que ha conseguido ser autosuficiente, sin embargo, el resto del mundo no. Y la idea que China necesita al resto para seguir vendiendo se ha convertido en una falacia. El actual problema económico deviene porque los chinos y unos cuantos más, ya no pueden seguir vendiendo a gente que no puede pagar; y eso el imperio no lo puede permitir.