viernes, 1 de junio de 2012

ACEPTÉMOSLO DE UNA PUTA VEZ

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A menudo olvidamos lo que somos, esperando que el resto de los europeos vengan a socorrernos, como si fuera su deber.
Hoy hablaba con un proveedor, desesperado por la falta de financiación. Me preguntaba si creía que el alemán cedería al fin para salvarnos.
Me he reído con la idea. El alemán no moverá un dedo, ya que lo perdería y tampoco le conviene, igual que el francés. De eso que la Santamaría corretee por el FMI, pidiendo ayuda por doquier. El problema, único en este caso, es que ni el alemán ni el francés tienen intención de ayudar un banco español, sin dirimir responsabilidades ni revisar sus libros de contabilidad; mientras que el español no puede aceptar tal cosa porque se descubriría, por fin, que Rajoy es lo que parece: un deficiente que babea y saca la lengua al hablar, que el resto de su gobierno no sabe hacer la O con un canuto, ni tiene idea de lo que es Europa y el Euro.
Como es habitual, cada uno tiene lo que se merece y el españolito, por lo menos la cuarta parte, es adicto al latrocinio, a la estafa y a la payasada. Debemos asumirlo y como antes mejor. El alemán no tiene ninguna culpa que el español escoja lo que más se le parece: la imbecilidad más supina.
Por favor... aceptémoslo de una puta vez.

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