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Al poco del comienzo de esta legislatura y a la vista de
los acontecimientos, nos temimos que este gobierno haría bueno al anterior. Era
difícil, casi imposible, pero la realidad, paso a paso y machaconamente, lo está
demostrando. No es un problema ideológico o social, ya que nadie, en su sano
juicio, puede esperar que un gobierno de derechas haga una política de
izquierdas, sino de inteligencia y de decencia.
Lo que sí cabía esperar, teniendo en cuenta su
procedencia, es la política de intenciones del ministro de economía, aunque
bien pudiera ser que todavía estuviera a sueldo de sus antiguos amos y lo de
ministro solo fuera un pasatiempo, pero no ha sido así.
De Guindos, según sus primeras declaraciones y proyectos, ha estado a punto de cometer algunas tonterías, debido, sobre todo, a su origen profesional. No se lo han permitido demostrando que, en realidad, el ministro solo es un hombre de paja para dar una imagen de profesionalidad en Europa. De Guindos no hace nada que no le manden, que es mucha más tontería que la que estaba dispuesto a hacer.
De Guindos, según sus primeras declaraciones y proyectos, ha estado a punto de cometer algunas tonterías, debido, sobre todo, a su origen profesional. No se lo han permitido demostrando que, en realidad, el ministro solo es un hombre de paja para dar una imagen de profesionalidad en Europa. De Guindos no hace nada que no le manden, que es mucha más tontería que la que estaba dispuesto a hacer.
Unos meses atrás confesaba, perplejo, que era imposible
gobernar tan mal, imposible porque había que ser subnormal para llegar tan
lejos.
Entonces... ¿qué explicación cabía?
Solo una: nos gobernaban tan mal a propósito, por unos
intereses desconocidos para mí y la mayoría, incluso para los que acusan de
todo a la banca y a la gran empresa. Pero ahora, a menos que exista una mano
negra conspiradora y casi paranormal, debemos reconocer que sí, que estamos
gobernados por subnormales o, lo que es peor, por uno que arrastra a los
demás.
Es triste, la primera vez que lo hago y espero que la
última, pero debo recomendar encarecidamente a los seguidores de la derecha
española y del PSOE, que, a menos que encuentren otro lugar o que también sean
subnormales, la próxima vez se abstengan de votar.
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¿Y no será que los que hemos actuado como tontos hemos sido los panolis que no hemos sabido seleccionar a los electos?.
ResponderEliminarAmigo Carlos, se seleccionan a sí mismos. El resto vota lo que hay y así se queda más tranquilo.
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