martes, 29 de junio de 2021

La inevitable desdolarización

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Años atrás expliqué que a medida que China potenciara su consumo interno, algo completamente inevitable, el yuan se apreciaría, principalmente con respecto al dólar.
La pandemia solo ha servido para precipitar el pequeño "divorcio" de la fábrica del mundo con los países consumidores. Como era de esperar, ante la crisis, acrecentada por el temor a su sólido e imparable crecimiento, China ha promovido el consumo interior, y de rebote el yuan ha subido el 11% en un año.
Los analistas económicos andan como locos intentando explicar la situación a través de la guerra económica y/o monetaria con los EEUU, sin embargo, la explicación es muy sencilla, el yuan sube, primero porque el resto baja debido a que ha fabricado más billetes de la cuenta, y segundo porque China ha empezado a consumir y necesita comprar a un precio realista, y para eso nada mejor que tener una moneda fuerte, aún más si paga con ella.
 
La guerra monetaria no existe, al menos tal como la gente de mentalidad belicista cree. China, y no solo ella, se ha desprendido de parte de la deuda americana y ha reducido sus reservas en dólares, muy lógico sabiendo que la FED se ha vuelto loca fabricando más billetes de los que puede recuperar.
Entre agosto de 2017 y octubre de 2020, China redujo la tenencia de bonos de los EEUU de 1,2 a 1,05 billones de dólares. Tres años son muchos, lo que demuestra que no pretende abandonar el dólar, tal como ha hecho Rusia, sino dejar de depender de él. Los EEUU en principio no se han visto perjudicados por este cambio, ya que tanto Corea del Sur como Japón adquirieron los bonos sobrantes. El problema sería si China decidiese abandonar por completo el dólar, cosa de esperar en el momento que la OTAN empieza a señalarla como peligro potencial y enemigo a batir.
 
En cualquier caso en poco tiempo viviremos un cambio radical en el mundo de la economía global. La desdolarización global es un hecho. En los 25 últimos años las reservas en dólares de los bancos centrales del mundo, han pasado del 71% al 59%, y el culpable no ha sido el oro sino la misma FED y su política de tierra quemada.
 
"El billete verde es nuestra moneda y vuestro problema”
(John Connally, secretario del Tesoro 1971-72)
Eso dijo a sus colegas de la UE, en un estúpido e inaudito alarde de prepotencia. Y los europeos bajaron la cabeza, pero tomaron nota.
 
Ahora Alemania, Italia y Francia no quieren saber de guerras económicas con China y Rusia, aún menos militares. Rusia ya no utiliza el dólar en sus transacciones y China ha creado su moneda digital y pretende utilizarla internacionalmente.
Rusia es la futura gran fuente de recursos, y China el gran consumidor y productor del mundo, y ambos se han asociado como un bloque, no por gusto sino porque el resto amenaza su seguridad.
Hagan cuentas.
 
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