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Según de Guindos: “España no va a ser rescatada porque, a
diferencia de otros países rescatados, tiene capacidad de crecimiento y de
competir en el mundo”.
Lo que invariablemente significa que será rescatada porque no tiene capacidad de crecimiento ni de competir en el mundo.
Lo que invariablemente significa que será rescatada porque no tiene capacidad de crecimiento ni de competir en el mundo.
Para nuestro ministro de economía, que todavía no sé cómo
consiguió el título, tener un 24% de paro y subiendo, mientras la previsión del
propio Banco de España es que seguiremos decreciendo, da a entender que tenemos
capacidad de crecimiento y de ser más competitivos.
Según de Guindos el gobierno ha hecho todo lo que tenía y podía hacer: ajustes, consolidación fiscal y reformas.
Según de Guindos el gobierno ha hecho todo lo que tenía y podía hacer: ajustes, consolidación fiscal y reformas.
Lo que significa que solo ha hecho una cosa, a destiempo
y mal: ajustes entre los que menos tienen y, por tanto, los que menos pueden
aportar. Lo de la consolidación fiscal no se ve por ningún lado, a no ser que
considere la subida del IVA y de las retenciones como tal; que en caso de claro
decrecimiento no va a servir para nada, a no ser para un aumento del
descontento social.
Según de Guindos, la prima de riesgo aumenta por el nerviosismo en que viven los mercados.
Lo que significa que la prima de riesgo aumenta por el nerviosismo que se detecta en el gobierno, aparte de la incompetencia que demuestra.
Según de Guindos, la prima de riesgo aumenta por el nerviosismo en que viven los mercados.
Lo que significa que la prima de riesgo aumenta por el nerviosismo que se detecta en el gobierno, aparte de la incompetencia que demuestra.
Según de Guindos, ahora es el momento del BCE.
Lo que significa que se lava las manos, por no
saber hacer otra cosa que pedir dinero, donde por activa y pasiva le han dicho
que no lo hay.
A Luis de Guindos hay que entenderlo: si dice blanco es negro, cuando afirma niega, si mira a un lado ve el otro, anda con las manos y coge las cosas con los pies, y, por ende, piensa con el culo.
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Amen, pero aún no se ha caído del apellido el muy bribón.
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