domingo, 27 de septiembre de 2009

UNA DE VINO Y DE IDIOTAS



Lo leo en Guerra Eterna.
La policía de Pitshburg, en su afán por putear a los manifestantes, termina afectando a toda su población. Son listos esos norteamericanos. Por lo menos siguen probando su armamento de última generación entre los suyos: paseantes, conductores, etc.

Vengo de Hipercor. ¿Por qué no reconocerlo, no asumir que podemos publicar nombres comerciales? Y he comprado dos botellas de uno de los mejores vinos del mundo: Piedra Luenga, un fino buenísimo producido ecológicamente, por 85 céntimos la botella. No es coña. La empresa se las saca de encima por estar descatalogadas. Probablemente su clientela no tiene pajotera idea de lo que es y no se fía. Un magrebí, haciendo gala de buena gestión económica, ha pillado unas cuantas después de preguntarme si era bueno, es de suponer que para invitar a sus amigotes; porque con la pinta que llevaba es seguro que el islamismo lo debe seguir al milímetro. Aunque nunca se sabe. Mi amigo Mohamed es creyente en todo, incluso en las bondades de un buen tinto.
Lo cierto es que la gente está muy concienciada con lo biológico, tanto que al verlo anunciado deben creer que tendrá sabor a caca de vaca, de caballo... Porque, qué será sino eso de cultivo biológico. Y claro... no lo compran, y menos por tan poco. Que si el Hipercor lo vende a precio de bazar chino, lo más probable es que sea malo de cojones. Mejor un Tío Pepe, que ese, aunque del montón, sabemos de dónde sale.
Yo, mientras, seguiré bebiendo buen fino a precio de ganga.


Me entero que nuestro bienamado presidente declara ante el resto de mandamases, (el Berlu seguro que roncaba soñando con la Michelle) que la crisis medioambiental que se avecina es superior a la actual económica.
Pobre Zapatero. Lo asombroso es que dice verdades como puños, como lo de los impuestos, y, después, ya en casa, se olvida de ellas por completo.
La verdad es que eso que el mar suba, que los peces mueran, que las cosechas mengüen y dentro de cincuenta años quede una cuarta parte de especies, va a salir muy caro.
Nada peor que por ahorrar unos dólares, la humanidad termine regulando artificialmente el clima del planeta. No es de sabios darse cuenta que sale más barato quemar menos, que tener que hacer plantas regeneradoras de la atmósfera; ensuciar menos que tener que limpiar el mar; emitir menos CO2, que tener que construir diques alrededor de toda la costa. Pero bueno, parece ser que tipos con un coeficiente mental como el de Bush los hay por doquier. Nuestro partido en la oposición está repleto.

Y mientras hablamos de todo esto, en México siguen siendo asesinadas miles de mujeres por solo serlo, en Irán las lapidan, en Afganistán las queman vivas, en Arabia las torturan.
Lo de México es la leche, y la República Dominicana, Haití... más de lo mismo. Después hablamos de los musulmanes, pero en Centroamérica mueren, por serlo, más mujeres que en Paquistán y Afganistán juntos.
Y en la Colombia del, según “El Pais”, gran demócrata Uribe, agentes gubernamentales siguen matando impunemente a los campesinos que no aceptan marchar de sus tierras. En el Perú del reconvertido Alan García, los afectados por el terremoto de hace dos años siguen viviendo a la intemperie o en chozas; los indios amazónicos aún son perseguidos por no querer abandonar la selva rica en minerales, y sus hijos siguen siendo raptados por los traficantes de sexo barato. En la Argentina de Kirchner todavía hay gente que se muere de hambre, niños con la barriga hinchada. Y en un estado de Bolivia, cuyo gobernador es jaleado por, también, “El Pais” por ir en contra de Evo Morales, aún existen pueblos de indios gauraníes esclavizados, que en su última marcha de denuncia los hacendados mataron a tiros. Entre ellos hay infinidad de chavales con rasgos europeos. Y es que los hacendados escogen a las chicas para desahogar su libido y el de sus pupilos, y después van a misa todos los domingos y comulgan después de pasar por el confesionario. Pero claro, de eso Cebrián no sabe nada.

lunes, 14 de septiembre de 2009

AYATOLÁS


Mujeres violadas en centros de detención, manifestantes torturados y asesinados en comisarías.

Las acusaciones de violación son un problema para un gobierno dirigido por clérigos musulmanes. La pasada semana agentes gubernamentales se apropiaron, asaltando la oficina de la oposición, de las pruebas que demostraban la tortura y la muerte de detenidos, así como la violación de las prisioneras; para, después, negar que se hubieran producido. Mientras, el gobierno y los líderes religiosos amenazan a los jefes de la oposición de perseguir a todo aquel que vierta mentiras sobre el tema.

Todo parece indicar que la próxima maniobra del gobierno de Ahmadinejad será detener a Moussavi y a Karroubi.


Los líderes religiosos no pueden tolerar que se descubra su cinismo y su desprecio por los principios que rigen su religión, a la que tanto dicen defender.

El Ayatolá Alí khamenei obligó que se cerrara un centro de detención y que se detuviera a los responsables de las torturas y violaciones fueran detenidos, en un claro esfuerzo por desmarcarse del asunto y limpiar su imagen, tanto en el extranjero como en el interior del país.

Es importante que esta noticia se propague para que los musulmanes de todo el mundo descubran el engaño y falsedad de algunos de sus líderes espirituales con respecto a sus creencias.



Ya que es difícil convencerlos del error que representa seguir los preceptos de una religión, datada aproximadamente hace mil quinientos años y creada por un hombre, que a los cincuenta y cuatro se casó con una niña de seis, a la que desvirgó a los nueve; que decapitaba a sus enemigos y vendía como esclavos sus familias para enriquecerse personalmente, que... Por lo menos que sepan la calaña de sus actuales líderes religiosos, principalmente los ayatolás iraníes.



domingo, 6 de septiembre de 2009

CIUDADANÍA RESPONSABLE


La última gran guerra cambió muchas cosas, incluso la manera de hacer la paz.

Hace poco leía el artículo que Rithmduel escribe sobre Keynes, su rechazo a los acuerdos que, según él, arruinaron Alemania después de la primera gran guerra y que fueron la causa de la segunda.

Keynes quizá lo viera claro desde un punto de vista economicista. Los resultados avalan su tésis..

La democracia convierte a los ciudadanos en cómplices de los crímenes de sus gobernantes, y antes que la democracia existe la información.


Las cartas enviadas por los soldados alemanes y japoneses a sus familiares, los diarios de múltiples ciudadanos, no solo el de Ana Frank, demuestran, digan lo que digan muchos de los supervivientes, que tanto el pueblo alemán como el japonés era consciente de las matanzas de judíos, rusos, coreanos y chinos; de la esclavización de millones de ciudadanos franceses, rusos y chinos, del expolio de la despensa francesa, ucraniana y coreana.

A las familias, hijas o madres de los soldaditos alemanes no les importaba demasiado la procedencia de los alimentos, mientras sus tiendas estuvieran abastecidas de pan, patatas y carne a precio asequible. Tampoco preguntaban, excepto una valiente minoría que los escondían, dónde eran trasladados sus vecinos judíos; tampoco de dónde salían tantos objetos de arte y otros bienes usados que se vendían en los mercados. Como si del preguntar dependiera el saber y su inocencia.

Los EEUU, tras la segunda gran guerra, invadieron Japón y Europa con dólares recién imprimidos, maquinaria y herramientas. Los dólares sirvieron de acicate para mover la economía, y las máquinas y herramientas para desarrollarla. -Que nadie confunda eso con la manera de solucionar la actual crisis-

La justicia persiguió exclusivamente a los más destacados oligarcas y algunos verdugos, a la gran mayoría se la dejó libre o se la utilizó para llenar el vacío administrativo creado por la derrota. Nadie pidió explicaciones a la ciudadanía alemana y japonesa, solo se les dijo que habían sido engañados, que de raza superior tenían poco o nada y que del asunto de mirar al resto por encima del hombro debían olvidarse.

Y nos preguntamos quién es el responsable de un movimiento criminal, genocida o simplemente que propugna la superioridad de una raza sobre las demás.

Escritores, ideólogos, periodistas... asesinos de despacho que azuzan a los débiles de espíritu, que culpan de las desgracias, la pobreza. Juristas que propiciaron el ascenso del nazismo, el culto al líder perfecto e infalible. Religiosos que aceptaron y santificaron el asesinato en masa, el expolio y el genocidio; que cubrieron bajo palio al asesino y tirano y lo declararon mano de su dios.

Malalay Joya, cuando el embajador estadounidense le exigió mostrar cortesía y respeto hacia todos los delegados de la asamblea, respondió: “Si estos criminales hubieran violado a su madre, a su hija o a su abuela, o matado a siete de sus hijos, para no hablar de todos los tesoros morales y materiales de su país, ¿qué palabras utilizaría contra semejantes criminales que estén dentro del marco de la cortesía y el respeto?”

¿Debemos pedir cuentas, exigir que toda esa gente asuma su responsabilidad y pague por ello?

Son muchos, pero nunca demasiados; y no hacerlo los envalentona y provoca que se sientan seguros y legitimados.

No hace tanto que un partido político llegó a acusar de la falta de agua en su región, a la cicatería de otras. No lo hacía por su falta de previsión, o a su desgana en instalar conducciones desde la desaladora de Carboneras, donde no sabían que hacer con el agua. Quizá esperara que lloviera a tiempo o que el gobierno central se hiciera cargo de lo que no le correspondía. Prefirió provocar el odio generalizado hacia los ciudadanos de otras tierras y, en algún caso, de otra cultura y lengua, antes de arriesgarse a confesar la verdad.

En toda sociedad existe una minoría enferma, grande si nos atenemos a los resultados electorales. En ciertas zonas geográficas son más abundantes que en otras. Una minoría que propugna la disminución de los derechos del hombre según la raza, el credo o el género. Y puede rondar entre el 10 y el 15%.

Es conocido que en Levante y en Euskadi existe más intransigencia que en el resto. Las diferentes consultas populares lo atestiguan. Levante se lleva el triste mérito de ser la región española y, según algunos sociólogos, europea en tener más grupos xenófobos, sin contar los que, gracias al extremo derechismo del PP, han sido absorbidos por este. De Euskadi poco hay que decir.

Por desgracia a veces una de estas minorías llega al poder, y es la ciudadanía quien, por activa o pasiva, lo ha amparado; y, por tanto, la responsable del recorte de libertades y de los desmanes cometidos por sus representantes.

Hoy disponemos de dos claros ejemplos: Irán y Afganistán

“El que no conoce la verdad es sólo un idiota. El que la conoce y dice que es una mentira es un criminal.” (Bertolt Brecht)